Fanáticos latinoamericanos fieles al tenis olímpico y nostálgicos de un pasado mejor
La legión latinoamericana derrapó en el tenis olímpico pero muchos de sus fanáticos siguen viviendo un "sueño" en Roland Garros, añorando un pasado cargado de protagonismo y medallas que en París-2024 no llegarán.
Tanto en hombres como en mujeres, la tercera ronda fue un muro imposible de atravesar para los jugadores latinos. Los argentinos Sebastián Báez y Francisco Cerúndolo, y la colombiana Camilo Osorio se despidieron en esa fase.
Una tarea sin grandes titulares para los latinoamericanos que no impide el disfrute de los fanáticos del tenis provenientes de esa región.
El panorama actual "es raro, porque hubo un momento en que había muchos jugadores nuestros entre los primeros" del mundo, dijo a la AFP el argentino, Leonardo Muñiz.
Con una camiseta del Boca Juniors, este comerciante de 49 años se apura a aclarar que, pese a la actualidad del tenis de su región, estar en Roland Garros "es un sueño". "Con el calor que hace se me pone la piel de gallina, es divino y una experiencia única de ver".
Cerca de la cancha central, la Philippe Chatrier, la brasileña Amanda Prededom, de 34 años, advierte con algo de nostalgia: "Teníamos a Guga", Gustavo Kuerten, tricampeón en Roland Garros.
"Ahora tenemos a (Beatriz) Haddad Maia entre las mejores, pero no le fue bien aquí", y cayó en segunda ronda de los Juegos.
Sin embargo, "el tenis se disfruta", agregó la especialista en marketing digital, mientras apresuraba el paso para ver el duelo que le dio el pasaje a semifinales a Carlos Alcaraz.
La elección entre los latinoamericanos se repite, sin jugadores de su región y con Nadal ya eliminado, el jugador que más aliento recibe es el murciano.
- Un pasado mejor -
Para Osorio, el momento actual del tenis latinoamericano es prometedor.
"Tenemos a grandes jugadores y jugadoras", resumió Osorio el lunes, en la previa a caer ante Danielle Collins en tercera ronda.
Sin jugadores en el 'top 10' en hombres y en mujeres en la actualidad, el tenis latino estuvo lejos de sus mejores épocas en los Juegos.
"Hay mucho talento. A veces no tenemos las mismas oportunidades que en otros lugares del mundo, pero lo que si tenemos es corazón, mucha garra y mucha cabeza. Me alegra ser una de sus representantes", comentó a la AFP la jugadora cafetera.
En Tokio, el bronce para las brasileñas Laura Pigossi y Luisa Stefani salvó el honor de Latinoamérica.
En casa, en Rio-2016, la puertorriqueña Mónica Puig rompió todos los pronósticos y fue la campeona olímpica al derrotar en la final a Angelique Kerber.
Y el argentino Juan Martín del Potro se quedó con la plata, subiendo un escalón del bronce que se colgó en Londres-2012.
Más atrás, en Atenas-2004, el chileno Nicolás Massú sorprendió al mundo al ganar el oro en individuales y en dobles, junto a su compatriota Fernando González.
El propio González también se colgó el bronce en esos Juegos.