Cerveza artesanal

En Panamá se producen aproximadamente de 1 a 2 millones litros por año de cerveza artesanal, sostuvo Alexandra Icaza, propietaria de Boquete Brewing Company y presidenta de la Asociación Cervecera Artesanal de Panamá.

Icaza detalló que existen “aproximadamente entre 20 a 25 fábricas debidamente regularizadas, con todos sus permisos produciendo cerveza”. Así, la empresaria reconoció que “la industria ha tenido subidas y bajadas, como durante la pandemia que fue una de las más afectadas, ya que a diferencia de otros países el micro empresario en Panamá no recibió ningún tipo de alivio financiero, por lo tanto los micro cerveceros se han convertido en sobreviviente”.

En tanto, Jonathan Pragnell, cofundador de Casa Bruja, manifestó que en su fábrica producen al menos “200 mil litros al año” y detalló que “las marcas más populares de nosotros son Fula y Chivo Perro. La aceptación de los clientes siempre ha sido buena. La industria lleva ya 10 años aquí en Panamá”.

Por su parte, Carlos Silva, fundador de Cervecería Central, expresó que “las cervezas artesanales tienen un poco más de sabor, aroma, a veces un poco más de alcohol que las comerciales”. En su planta, explicó, emplean alrededor de 20 personas”. Añadió que el consumo “va en crecimiento y tiene una aceptación importante”.

Mientras que José Carlos Blanco, gerente general de Cervecería Feroz, opinó que “mientras es más conocido, más locales se van implementando. Los negocios están andando. Me gustaría que si ahora mismo vendemos el 1% que fuera el 10%, pero eso es algo que va a requerir tiempo”.

Según datos de la Asociación Cervecera Artesanal de Panamá, la industria genera “entre 200-300 empleos directos” y es una actividad que está evolucionando en Panamá. Actualmente, hay mayor presencia de cervezas artesanales en los supermercados, tiendas, hoteles, restaurantes y bares del país, así como eventos de cerveza artesanal. Una cerveza de este tipo se puede encontrar a un precio promedio desde 2.00 dólares hasta 3.00 dólares la unidad.

"Las cervecerías se han convertido en un espacio cultural para compartir entre amigos, en familia, donde los adultos jóvenes pueden compartir con sus hijos, degustar productos de calidad, buena gastronomía, escuchar música en vivo”.

“Tratamos de hacer el producto con la mejor calidad. La gente es curiosa y quieren probar sabores y experiencias diferentes. Producimos 200 mil litros al año en mi fábrica. Las cervezas artesanales, su mandato, es crear el mejor producto”.