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Panamá apuesta por la economía azul: desarrollo, ciencia y conservación conectados

07 de junio de 2025

Panamá avanza en su visión como país oceánico, trascendiendo la conservación para convertir sus vastos mares en una fuente de empleo, innovación y bienestar. Con una ubicación estratégica para el comercio global y una biodiversidad marina excepcional, el país está adoptando un modelo económico donde el océano se posiciona como el centro de su desarrollo. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), busca fortalecer la imagen de Panamá como líder en sostenibilidad oceánica.

La economía azul, según MiAmbiente, integra actividades clave como la pesca responsable, el turismo marino sostenible, la biotecnología, las energías oceánicas y la logística portuaria de bajo impacto. Todas estas acciones están alineadas con la Política Nacional del Océano, que reconoce al mar como un activo económico y social fundamental para el siglo XXI. Esta visión, conocida como Panamá Azul, busca un equilibrio entre el desarrollo logístico y la salud de los ecosistemas marinos.

_“El futuro económico de Panamá está vinculado a la salud del océano. Tenemos el potencial de liderar en innovación, conservación y desarrollo sostenible a nivel regional si conectamos ciencia, financiamiento y participación comunitaria”_, afirmó el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, desde Mónaco, donde participa en el Foro de Economía y Finanzas Azules.

A través del Eje Estratégico 3 de la Política Nacional del Océano, Panamá progresa en un modelo de crecimiento que une sostenibilidad ambiental y competitividad económica. Iniciativas como la pesca artesanal sostenible, los corredores marinos de conectividad, las áreas marinas protegidas y los pilotos de carbono azul son piezas clave en este proceso. También se exploran mecanismos financieros para restaurar manglares, compensar servicios ecosistémicos y crear empleos verdes en las comunidades costeras.

_“La economía azul debe ser inclusiva. Invertir en las personas que viven en la costa y garantizar su participación en las decisiones es esencial. No hay desarrollo marino posible sin justicia social ni sostenibilidad ambiental”_, señaló Digna Barsallo, directora nacional de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente.

De igual manera, el Canal de Panamá forma parte de este nuevo enfoque. Medidas como la reducción de velocidad en rutas de tránsito, aplicadas voluntariamente por buques en zonas de presencia de cetáceos, han contribuido a la protección de especies clave como las ballenas. Este tipo de acciones combinan criterios de conservación con gestión logística moderna, mostrando cómo puede funcionar la economía azul en la práctica.

En el plano internacional, Panamá participa este 7 y 8 de junio en el Foro de Economía y Finanzas Azules (BEFF) en Mónaco, evento que precede a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. La representación panameña busca ampliar alianzas estratégicas y atraer financiamiento para seguir desarrollando soluciones sostenibles desde el océano.

Panamá ha dado pasos importantes hacia la construcción de una economía azul inclusiva y sostenible, integrando conservación, desarrollo logístico y participación comunitaria. Por eso, el Día Mundial de los Océanos recuerda el papel esencial del mar para el futuro del planeta, y el país mantiene su camino hacia un modelo donde el océano se gestiona con responsabilidad y visión a largo plazo.

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