EDITORIAL : Ciudadanía y sentido cívico
La sociedad panameña se enfrenta todos los días al juega vivo y al articulado interés de no respetar y defender las normas y leyes. Se ve a diario cuando ciudadanos que violan la ley, desafía y amenazan a la policía o a quienes deben hacer cumplir.
Desde tomar el tiquete en el supermercado e irse a hacer otras compras para reservar un cupo, lo que se vivió en fiestas patrias con la colocación de toldas y sillas, días antes de los desfiles o no pagar por la recolección de la basura o por el uso de los corredores, el país tiene ante sí, un estilo de comportamiento que también es corrupción personal.
Cuando los autos se estacionan en aceras, vías públicas, zonas prohibidas o servidumbres, que son utilizadas para estacionamientos privados, también hay una forma de corrupción. Hay que cambiar esas conductas.