EDITORIAL : Los niños en las calles
Es un fenómeno social por el cual la sociedad no puede cerrar los ojos. El número creciente de niños, algunos acompañados por adultos que podrían ser sus padres, está aumentando.
Se les ve en horas del día y la noche, cerca de semáforos, cafeterías, supermercados, centros comerciales, en pasos peatonales o alrededor de conocidos restaurantes.
Es obligado y por decir lo menos, urgente, que diversas autoridades y ministerios examinen lo que está pasando para abordarlo, enfrentarlo y darle una solución permanente.
Los niños, por su edad, deben estar jugando, estudiando, disfrutando la candidez de su tiempo y no en actividades laborales o en la mendicidad.
Antes, se trataba de casos muy aislados. Hoy, se está haciendo cotidiano y eso no se puede normalizar en ninguna circunstancia.