EDITORIAL: Para que avancemos
Panamá tiene todas las oportunidades para recuperar el tiempo que se perdió en los últimos tres meses con las protestas y cierres de calles.
Ya le hicieron daño al país en los años 2022 y 2023 y ninguno de los organizadores de la movilización e inestabilidad se hizo responsable. Para terminar cualquier acto de rebelión, disfrazado de reclamo social, la Constitución y la Ley son los instrumentos idóneos.
Lamentablemente, hay grupos que financian, instigan y organizan la protesta violenta como mecanismo de presión e instrumento para un canje. Muchos gobiernos cedieron, pero igual hubo consecuencias. Los desafíos inmediatos son claros y no se puede esperar.
Recuperar la certidumbre, avanzar en la reapertura de la mina de cobre y concretar el proyecto de río Indio son parte de una agenda inevitable y urgente.