Hoy quiero compartir brevemente dos principios que son parte de las normas relacionadas con la gestión de recursos humanos; una más radical que la otra, que tienen que ver con las competencias e ineficiencia de individuo.
Señala el autor de la obra, el psicólogo canadiense Laurence J. Peter, que, si un funcionario es eficiente en su desempeño y es ascendido, es probable que se vuelva ineficiente en el siguiente nivel, al no poder proceder al envilecimiento, va a llevar la estructura laboral hacia la ineficiencia y la incompetencia. También explica, que no siempre promueven al más competente y aclara; Seudo-promoción: su objetivo que el empleado que no forma parte del circulo cero se haga ilusiones, Arabesco lateral: se asciende al incompetente a un puesto inútil y más ostentoso, para disimular sus desavenencias, Inversión de Peter: se valora más el cumplimiento de las normas que la productividad y Defoliación jerárquica: evita que el trabajador perciba lo absurdo del sistema y decida alejarse de él.
Por otro lado, el Principio de Dilbert, más radical, donde afirma que se le confía funciones de gestión a una parranda de incompetentes para que no puedan causar perjuicios, además este grupo ascienden rápidamente, terminando siendo jefes, incluso demostrado habilidades casi nulas. El Principio de Dilbert parece definir la gestión inútil. * El autor es docente.