Opinión

La paja y la viga en los ojos

01 de agosto de 2019

Miguel A. Espino Perigault
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En un pasaje del Evangelio se registra una dura crítica a quienes, con mucho cinismo e hipocresía, se dedican a buscar supuestos o reales defectos y errores en otras personas y a criticarlas; pero, en cambio, no se fijan en sus propios mayores errores. Se dice de ellas que “ven la paja en el ojo ajeno” y “no ven la viga” en sus propios ojos. Son varias las menciones condenatorias, en los Evangelios, a la hipocresía y a la falsedad, que manifiestan en sus acciones personas que ocupan cargos de autoridad y relevancia en la sociedad política o en la civil. Conductas hipócritas que convierten a quienes las ejecutan en “sepulcros blanqueados”, como los califica el Evangelio.
Como un registro de los males descritos (el de la paja, la viga y los sepulcros blanqueados) puede calificarse la publicación, por el embajador de los EE.UU., Mr. Kevin Michael O´Reall, de un documento crítico negativo sobre los derechos humanos y la discriminación en nuestro país. Se denuncia la paja en nuestro ojo.
La anti-diplomática nota del embajador nos lleva a fijarnos en la enorme viga que, en materia de derechos humanos, el gobierno de Barack Obama tiene en su maltrecho ojo. Sugiero que el presidente Juan Carlos Varela dé instrucciones a nuestra canciller Isabel De Saint Malo de Alvarado, para que publique una nota apropiada en la cual se enumeren las ya conocidas violaciones a los derechos humanos que se cometen en los EE.UU. propiciadas y alentadas por novedosas leyes anti-discriminatorias favorables a minorías que se autodefinen como homosexuales (¿cómo reconocerlos?). Son leyes que discriminan y violan los derechos humanos de los nohomosexuales: pastores evangélicos y otros líderes religiosos, así como profesores, médicos, funcionarios públicos, periodistas y hasta padres de familia opuestos a la forzada educación homosexual de sus hijos pequeños, han ido multados o encarcelados o pedido sus empleos, simplemente, por ejercer el derecho a opinar o actuar de modo diferente, por principios éticos, morales o religiosos y por objeción de conciencia. EE.UU. fortaleció su democracia con la costumbre de respetar y cumplir las leyes. Son problemas internos de EE.UU. No tenemos derecho a meternos en ellos como gobierno. La paja en nuestro ojo es nuestra paja. Que nadie se meta con ella. Menos deben hacerlo quienes tienen una enorme viga en sus dos ojos.
*El autor es comunicador social.

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