La vara alta de la barra mundialista
Panamá clasificó a su segundo mundial en la historia y la celebración no se hizo esperar, pero a diferencia de la ocasión anteriores en esta ocasión se dieron hechos que dejaban mucho que desear en cuanto a un amor real por la patria.
Los fanáticos panameños que fueron a Rusia fueron elogiados no solo por su alegría sino por su civismo y cero conflictos. Las imágenes de coterráneos limpiando las gradas del estadio, cantando y bailando mientras eran increpados por otras aficiones, demostrando control y madurez deportiva, aún recorren los sitios web.
Esto quiere decir que los que, en esta ocasión, tendrán la oportunidad de ir al mundial, tiene la vara muy alta. Seguir demostrando que la marea roja panameña no se deja robar la calma, no son un grupo de borrachos impertinentes, personas temerarias, groseras, peleoneros o “cochinos”.
Es el deber de cada persona que viaje, apoyar a la selección y dejar la mejor imagen de los panameños que pueda durante esta cita mundialista. Y aunque no le deseo mal a otros, destrozaron bienes públicos, pelearon, rompieron botellas y hurtaron banderas durante la celebración del pase al mundial, ni se aparezca por allá. * Periodista.