Los enemigos silenciosos
El periodismo se enfrenta a múltiples enemigos exteriores, sobre todo ahora con elementos como la desinformación y el mal uso de la inteligencia artificial. A lo interno, con un trabajo tan exigente, física y mentalmente, la salud de los colegas se ve afectada por el uso continuo de la computadora y los celulares, el sedentarismo y el estrés diario. La mala alimentación lleva a los periodistas a dos extremos en cuanto a la alimentación: sobrepeso producto de la alimentación con lo que se encuentra (comida chatarra o golosinas), y el otro lado de la moneda es la gastritis y las úlceras, producto de los horarios irregulares de alimentación y la sobrecondimentación de los alimentos. En esa línea, también es común la aparición de diabetes y anemia. Los dolores musculares (cuello, espalda, cintura o muñecas) son los más comunes en los periodistas, debido a la gran cantidad de tiempo que pasamos en posiciones poco convencionales, todo por conseguir la imagen o el audio. También el estrés, irritabilidad, presión arterial alta e infarto, trastornos del sueño y debilitamiento del sistema inmunológico. En estos 21 años, he conocido y compartido con compañeros brillantes que, lamentablemente, hoy sufren o sufrieron de alguno de estos males. Hoy, el mensaje a los periodistas en su día sería: debemos tratar de cuidar nuestro cuerpo para poder cumplir de la manera más correcta con la profesión que amamos. * Periodista.