Opinión

Panacea y Medicamentos

28 de marzo de 2021

Medicamento al que se le atribuye la propiedad de curar muchas enfermedades es lo que llamamos panacea. Una especie de “sánalo todo”.

Una mayoría de personas no idóneas en  materia de prescripción de medicamentos, son los mayores propagadores de las panaceas. Y un público  envuelto en analfabetismo sanitario, su mejor mercado. Te dicen “toma esto que a mí me sirvió para esto”.

Un consejo que puede parecer de buena fe, pero puede tener consecuencias graves. Para  que un medicamento sea efectivo a una enfermedad, debe pasar por una metodología rígida. Por ejemplo si deseo saber que X medicamento alivia o cura X enfermedad, debo hacer estudios comparativos entre pacientes con casi idénticas características (edad, genero, enfermedad etc.) que padecen esa X patología.

A un grupo significativo (cientos o miles) le doy el X medicamento y a otros no. Los investigadores no saben a quienes y a quienes no (estudio ciego), se les dio la medicación.

Eso lo conoce otro grupo y habrá otro que estudiará si el estudio cumplió la rigurosidad científica. Por supuesto esto debe hacerse con aprobaciones de pacientes, organismos  científicos y éticos.

Entre más cumplimos las normas de investigación médica, los resultados serán más confiables.

También los participantes similares en muchas de sus características de la enfermedad se  reclutan al azar con ciertas formulas  estadísticas. Se evita la discrecionalidad y el azar. Son varias fases a cumplir.

Luego de estos pasos se podrán llegar a conclusiones y recomendaciones. Se sabrá si es seguro o tiene  efectos adversos peligrosos y  si se recomienda  o no su uso.

Después de su venta, aprobado por organismos de salud nacionales o internacionales, se le da seguimiento pues ya serán millones los que lo usan y pueden ocurrir efectos negativos que no se observaron  en el estudio inicial.

De eso hay ejemplos en la farmacología mundial. Lo hemos vivido con la generación de estas nuevas vacunas contra el covid19. No fue solo soplar y ya.

Como observan lo expuesto en forma muy breve ,se destaca que, no es “así por así que puedo sugerir X medicamento o “hierba”  a un paciente, a una vecina  o a un familiar.

Hay otras razones que obligan a evitar a esos prescriptores no idóneos de medicamentos ,pero por hoy es un aporte. Ojo con las panaceas y los fraudes.

 

Eduardo A. Reyes Vargas
[email protected]

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