Un ‘elefante’ de 100 años


La salud, la atención al bienestar físico, el bálsamo a los dolores, el parto en salubridad y sobre todo la solidaridad humana para con los más desposeídos de la sociedad panameña, siempre han sido aportados por el famoso y añorado Hospital Santo Tomás (HST), ubicado en el corazón de la Ciudad de Panamá. Este nosocomio cumple 100 años de fundación este mes, tocando la vida de todos los panameños de forma directa o indirecta.
El 1 de septiembre de 1924, se inauguró el conjunto de edificios construidos en la Avenida Balboa por el entonces presidente de Panamá Dr. Belisario Porras, el diseño fue realizado por el arquitecto estadounidense James Cady Wright, encargado por el mandatario que quería ofrecer al país un hospital nuevo y moderno.
Desde su creación, es un hospital público. Sus jardines fueron declarados monumentos históricos nacionales mediante la Ley 26 de 1986. Es un sanatorio de tercer nivel que aporta tranquilidad a los habitantes de este país por su equipo de médicos, especialistas, enfermeras y enfermeros, técnicos y otros profesionales de la salud, así como administrativos, quienes ponen en práctica todos sus conocimientos para una atención óptima.
La compañía Westinghouse instaló sus primeros equipos patentados de Rayos X y cuatro salas de Electro medicina y Electroterapia, siendo uno de los primeros hospitales en Centroamérica con estas tecnologías en la segunda década del siglo XX.
Paradójicamente dadas sus dimensiones gigantescas para la época, la oposición política del Presidente Porras criticó el proyecto, llamándolo el exagerado “elefante blanco”, ya que opinaban que era muy grande para un país tan pequeño. Veinte años después la población panameña se triplicó y cuando se encontraba en sus últimos días el presidente Belisario Porras no pudo encontrar cama en este hospital, tuvo que asistir a un hospital privado donde murió a los 85 años en agosto de 1942. El hospital que las personas decían que era una exageración para el país pequeño, no pudo manejar la demanda en la segunda mitad del siglo XX, por lo que el país tuvo s que evolucionar hacías otras modalidades de atención médica, hasta las que conocemos hoy día. Ha evolucionado y crecido en instalaciones y servicios médicos hacia la población, pero también sirve a la pedagogía y formación de galenos y especialistas. El HST es uno de los más grandes hospitales de enseñanza en el país. Presta rotaciones médicas para estudiantes de medicina, guiadas por médicos funcionarios y preceptores de cada especialidad. Funciona como centro de enseñanza para los estudiantes de enfermería, los cuales rotan el área médico-quirúrgica en la institución. Además, los estudiantes de tecnología médica, farmacia, nutrición, enfermería, fisioterapia, odontología y técnicos en radiología tienen programas de rotaciones como parte de su educación. Internado médico que tiene duración de un año y consiste en rotaciones tradicionales por las distintas salas del hospital para médicos no idóneos. También ofrece residencia médica en especialidades de Obstetricia y ginecología, medicina Interna, anestesiología, cirugía general, cirugía ortopédica, neurocirugía, urología, radiología entre otros servicios- El HST en sus 100 años sigue más vigente que nunca. Escucho historias diarias de la población que busca ayuda, atención o soluciones a sus dolores y que no la consigue en otros hospitales recala en el Santo Tomás, en el “Elefante blanco” y encuentra ayuda, alivio, solidaridad y finalmente cura a sus males. Feliz centenario.
* El autor es comunicador social.