Caldo deportivo

Djordjevic, el general que ha devuelto el orgullo al básquet serbio

01 de agosto de 2019

Madrid (AFP) - Alexandr Djordjevic, mito del baloncesto serbio, ha devuelto el orgullo al país al dirigir a su selección a su primera final en un Mundial, en la que se enfrentará este domingo a Estados Unidos (19h00 GMT).

Como jugador lo ganó prácticamente todo en la década de 1990 y primera parte de los 2000, tanto en clubes como en selección: una Euroliga con el Partizán con un triple inverosímil de Djordjevic sobre la bocina contra el Joventut español y ganó la liga ACB española (la más importante en Europa) tanto con el Barcelona como con el Real Madrid.

Con la selección de Serbia y Montenegro ganó el Mundial de 1998, la plata olímpica en Atlanta-1996 y los Eurobasket de 1995 y 1997.

Antes, formando parte de Yugoslavia, Sasha, tal como se le conoce en el mundo del básquet, ganó el oro en el Europeo de 1991 y si no logró más triunfos fue porque la Guerra en los Balcanes destruyó una de las mejores generaciones de la historia del básquet, en la que habían coincidido, Drazen Pretrovic, Vlade Divac y Toni Kukoc, entre otros muchos.

Otro de los mitos del básquet serbio, Dejan Bodiroga, ahora el mandamás de la federación del país balcánico y también con pasado madridista y barcelonista, recurrió a Djordjevic para hacerse cargo de la selección después de tres años horribles, en los que la orgullosa Serbia, un pequeño país en el que el baloncesto es religión, perdió en cuartos en los Eurobasket de 2011 y 2013 y se quedó fuera de los Juegos de Londres-2012.

Nombrado en diciembre del año pasado, Djordjevic ha sabido dar a un equipo, tan talentoso como indisciplinado e irregular, el carácter ganador que exhibió en sus tiempos de jugador y su inteligencia como base para jugar al básquet.

Y lo ha hecho además con mano de hierro, sin temblarle el pulso para echar del equipo a poco para iniciar el Mundial a Vladimir Micov, llamado a ser una de las claves de Serbia, por enfrentarse a Djordjevic durante un amistoso y contestar una de sus decisiones.

'Me gusta su pasión, su implicación, todo lo que transmite a los jugadores. Fue un jugador fortísimo y de gran carisma y eso es un valor inmenso. Apostamos por él para construir un futuro importante', declaró Bodiroga sobre su seleccionador en una reciente entrevista en la prensa española.

- De menos a más en el torneo -

Serbia no comenzó demasiado bien el Mundial, perdiendo con los tres equipos fuertes de su grupo: España, Brasil y Francia. Pero cuando el campeonato entró en la hora de la verdad, en los partidos a vida o muerte, los serbios dieron un paso adelante, a imagen de su mejor hombre, Milos Teodosic, la prolongación de Djordjevic en la cancha.

En tres magníficos partidos, de mucha agresividad en defensa y letales en el tiro, los serbios han eliminado sucesivamente a Grecia, Brasil y Francia, metiéndose por primera vez en una final mundialista y hacerlo, además, con un equipo joven, por lo que el país puede soñar con grandes triunfos en los años venideros.

'Estos jugadores han creado química entre ellos, un espíritu de equipo. No sé si es la clave (del éxito), pero estoy feliz por ello. Es un honor entrenarles, enseñarles lo que sé y aprender también de ellos', dijo el técnico tras la victoria ante los galos.

Djordjevic, el general que lideró en la cancha a un equipo que llevó a Serbia a lo más alto, dirige ahora desde el banco a un grupo que sueña con revivir el glorioso pasado.

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