Olé, un viaje que demuestra el valor rechazar la violencia
“Olé, el viaje de Ferdinand”, la historia, escrita originalmente en 1936 por Munro Leaf y adaptada por primera vez en 1938, vuelve a las pantallas de cine el 21 de diciembre bajo la dirección de Carlos Saldanha, el mismo realizador de “Ice Age” y “Rio”, quien explica las razones por las que se involucró en el proyecto. “Fue él, fue Ferdinand, creo que su mensaje era lo que yo realmente quería comunicar. Amo el personaje, ¿saben? Cuando era niño, vi el corto animado y luego empecé a leer libros en mi niñez y me comencé a dar cuenta que había mucho más acerca de esta historia de la que se podía leer sobre el papel”, dijo el director.
Hace ochenta años llegó a los cines el primer largometraje animado hecho en su totalidad con dibujos a mano. Era Blancanieves, la famosa historia de los hermanos Grimm. Un año después, en este auge de producciones animadas llenas de color, la historia de un toro de lidia que amaba las flores, Ferdinand, se llevó un Óscar a mejor cortometraje animado.
“Sentí que probablemente podía trabajar con el personaje para crear a este ser gigante y gentil que me pareció podría llevar un mensaje que creo que es muy importante contar a mis hijos y por el que quiero conducir mi vida, ¿sabe? Este mensaje tiene que ver con ser fiel a la persona que eres en realidad. No intentes conformarte para ser igual a todos los demás. Ser distinto es algo positivo, usted sabe. Y que no necesitas utilizar a la violencia para demostrar que tienes razón; tan solo tienes que defender lo que crees. Y creo que Ferdinand tiene eso; él es un gran personaje y lo que me encantó de la historia”, menciona el brasileño.

Esta entrega es una aventura épica con animales extraordinarios, una mezcla de humor y enseñanzas.
“Uno siempre asume que si alguien no se mete a una pelea, aun cuando lo están provocando, eso se debe a que tiene miedo y está asustado, aunque a veces ese no es el caso. Yo no estoy peleando pues no lo quiero hacer. Hacen falta dos para pelear, ¿sabe? es ese tipo de cosas. Si uno lo evita no significa que eres un cobarde ¿sabe? De hecho, demuestra lo contrario. Creo que es uno de esos elementos de la historia: tenemos a este personaje al que empujan una y otra vez, - él es tan grande que podría vencer fácilmente, pero elige no hacerlo y yo creo que ese es el poder de esta narración”.
Olé, el viaje de Ferdinand es una cinta sobre la amistad, es una odisea en un mundo colorido. Toros de lidia, una cabra vieja, unos erizos, unos caballos y un perro, son algunos de los compañeros de Ferdinand cuando huye de un lugar que no siente como suyo, para volver a sus raíces, para dedicar su vida a hacer lo que ama.
“Wow, es difícil, tan solo creo que amo la emotividad; me gusta jugar con las emociones; me gusta hablar de ellas y compartirlas; explorar todos esos pequeños aspectos de los sentimientos de las personas me permiten narrar una historia emotiva. Creo que eso es lo que más me emociona de esto y lo trato de hacer de tal manera que se siente divertida e interesante. No quiero brindar sermones acerca de esto, tan solo quiero que la gente la sienta y la disfrute. También quiero que estén triste y que estén contenta, y, solo cuando sea absolutamente necesario, quiero que sea realmente muy feliz”, dice el director.
El creativo que recibió un MFA en Arte por Computadora de la Escuela de Artes Visuales en 1993 comenta los retos de esta producción.
“Creo que el mayor reto, más que cualquier otra cosa, fue que sabía que la película sería acerca de Ferdinand y que estaría acompañado de todos estos personajes que aparecen en la historia y que también son súper importantes. Tenía que crear ese mundo y necesitaba entender cuáles eran estas personalidades y la interacción que tenían con el Toro a lo largo de la historia”.

Con las tecnologías de animación por computador, que llevan explorándose creativamente por más de veinte años, el estudio Blue Sky con 20th Century Fox adapta de nuevo esta historia, ahora en formato de largometraje.
“Una vez que añades todos estos elementos, lo que no quieres es complicar o diluir la historia así que todo tenía que estar enfocado en la travesía de Ferdinand mientras vamos pasando a través de la narrativa. Así que ese fue un gran reto, pero al mismo tiempo me parece que fue algo liberador pues me permitió crear unas personalidades divertidas que probablemente no podría haber logrado con tan solo un personaje. ¿Sabe? Se sintió como algo distinto del libro, y el libro es muy parecido a nuestro personaje de Ferdinand, pero se me permitió crear personajes como Lupe, como los puercoespines o los caballos y otros”.
John Cena, estrella de la lucha libre profesional, es el encargado de hacer la voz del héroe de este viaje.
“Creo que cuando hablé con John, y luego cuando lo conocí y lo vi en persona, me pareció que había una especie de honestidad en su interpretación y una especie de acercamiento gentil a su personaje que me resultó muy auténtico. No era algo que estaba fingiendo. No es algo falso; él es realmente un gigante muy gentil. Parece un ser un hombre masivo por fuera, pero por dentro él es muy gentil. Eso es lo que quería, quería que él le diera vida al personaje. Él estuvo muy apasionado acerca del proyecto y esto ayudó mucho. Quiero que la gente venga a trabajar cuando tengan esa pasión y cuando tengan esa honestidad y esa entrega, tal y como lo tuvo John. Usted sabe, en cuanto él empezó a leer sus líneas, fue grandioso, se sintió como algo muy verdadero”.

La narración se bate así entre tensión y humor, entre lo globalmente reconocido y el deslumbrante folclor de los más mínimos detalles y entre los involucrados esta Kate Mckinnon, quien hace la voz de “Lupe”.
“La mayor parte del tiempo, la dejo hacer lo suyo nada más porque ella es grandiosa en lo que hace. Es una asombrosa comediante y súper inteligente, así que el guion tan solo fue un templete; empezamos con eso y a partir de ahí ella hizo su propia creación de Lupe conmigo y fue una experiencia en donde hubo una colaboración asombrosa. La mitad de la sesión me tenía riendo y la otra mitad intentaba dirigirla... y así fue como transcurrieron las cosas: ella es increíble.
España, cuna del toreo, con sus rasgos más tradicionales, toma forma como el escenario de esta historia de reconciliación entre el hombre y la naturaleza, dando vida a verdes campos, a pequeñas casas y a la plaza de toros, donde la verdad sobre el monumental protagonista sale a la luz, dejando al público dentro y fuera de la pantalla sin palabras. La narración se bate así entre tensión y humor, entre lo globalmente reconocido y el deslumbrante folclor de los más mínimos detalles, por ello el director habla de la investigación que se llevó a cabo para esta producción.
“Sí, siempre hago investigaciones; cuando hice Rio tenía la confianza de poder decir 'esto está bien, esto está equivocado', 'esto funciona, esto no funciona'. Tenía esa confianza. Con esta no compartía esa confianza así que requerí de mucho más apoyo. Por suerte mucho de mi equipo de filmación era español y ellos siempre me apoyaron cuando tenía preguntas; por esa razón siempre me aseguraba que ellos vieran lo que se estaba filmando. Y luego fui a España y quise ser testigo y parte de la cultura de ese país. Así que intenté dar mi mejor esfuerzo, pero lo que resulta distinto entre Rio y ésta película es que no se trata del país, España, sino de Ferdinand quien vive en España. Así que la presión es un poco menor a la de algo como Rio. Pero habiendo dicho eso, traté, tanto como pude, de mantenerme fiel a la cultura de ese país”.
La cinta original fue censurada en España hasta la muerte de Franco y en Alemania fue quemado el libro, considerado propaganda democrática.
