Cultura

Rosalía, casi en la intimidad en París

03 de diciembre de 2019

Rosalía actuó este martes en París en una sala que se quedó pequeña para contener la energía de este fenómeno mundial, mezcla de dinamita, voz angelical y "girl power". 

La capital francesa era una de las últimas escalas de la actual gira de la española, a punto de culminar "el año más feliz de su vida", confesó a las 2.500 personas que la corearon en la Sala Pleyel. 

Francia, donde hasta ahora solo había actuado en un festival en junio a las afueras de París, es uno de los mercados todavía por conquistar para esta artista que arrasó en los Grammy Latino y acumula cifras vertiginosas en en YouTube: su video "Con Altura", con J Balvin, se ha visto más de 1.1 00 millones de veces.

Pero más allá del éxito digital, que también se mide por los 7 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, Rosalía dejó ensimismado a un público por la fuerza de su voz, la electricidad de sus coreografías y el aplomo de una artista que solo tiene 26 años. 

Todo ello, contrastado además con la naturaleza casi infantil de su risa.

"Es una guerrera, encarna el +girl power+", dijo Mathilde, una parisina de 29 años.

La complexión más pequeña de las bailarinas que enmarcaban sus movimientos,ensalzaba su grandeza física y simbólica. Rosalía dominaba el escenario con gestos determinados, encarnando la imagen de la mujer que tomó los riendas en el siglo XXI.

 

- Desgarro a capela -

Afirmó debérselo todo al flamenco que descubrió a los siete años y a su maestro Chiqui de la Línea, a quien le dedicó la canción "Catalina", a capela. El desgarro con el que la interpretó hizo enmudecer al público.

Pero en los siguientes temas, un remix de flamenco, música urbana, electrónica y R&B, los asistentes la acompañaron con palmas, vibrando con esta artista arrolladora que les trasportaba a otro mundo mientras desfilaban imágenes envolventes en la pantalla gigante.

"Todo es fantástico: la música, la coreografía, la iluminación, ella", dijo Dominique, de 36 años, resumiendo el entusiasmo de los asistentes, jóvenes, cosmopolitas, españoles o franceses y algún que otro anglófono.

Rosalía firmó un espectáculo cuidado hasta el último detalle, pero a diferencia de muchas divas, no se cambió ni una sola vez.

Actuó vestida con un body blanco con mangas verdes abombadas y luciendo su melena azabache en perpetuo movimiento por un ventilador. Sus icónicas uñas de gel volvieron a decorar sus manos después de aparecer sin ellas en una foto en Instagram, dando que hablar a las redes sociales.

La cantante barcelonesa, que habló sobre todo en inglés, pese a que algunos la invitaban a dirigirse en español, se despidió con su éxito "Malamente", deseando volver pronto a París. Seguramente en una sala más amplia.

Este mes actuará en España y Reino Unido en conciertos con entradas ya agotadas, a la espera de saber si hará historia el 26 de enero en los Premios Grammy, en los que fue nominada a mejor artista nueva y mejor disco latino de rock, urbano o alternativo.

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