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Eros Poli y la "imposible" victoria de un coloso en el Mont Ventoux

21 de julio de 2025

Es una de las victorias más inesperadas del ciclismo: en 1994, Eros Poli, un coloso italiano de casi dos metros, corona el primero el Mont Ventoux para ganar la etapa en el Tour: 31 años después cuenta su epopeya a la AFP.

"Es imposible que ganase aquella etapa, imposible", expone nada más empezar el veronés de 61 años.

Con su 1,94 m y sus 83 kilos, era la antítesis de un escalador, más bien un un gregario corriente, compañero leal pero al que se le atragantaban las montañas.

"Siempre era el primero en quedarme atrás. Demasiado gordo, demasiado grande, demasiado pesado", reconoce. Pero aquel 18 de julio de 1994, Eros Poli entró en la leyenda.

"Enfadado luego de un ataque de Cassani en un avituallamiento", irá, por orden de su director deportivo, en busca del fugitivo, antes de escaparse en solitario en terreno llano, recuerda el que fuera campeón olímpico y del mundo de contrarreloj por equipos.

Desencadenado, encara el Ventoux con casi 24 minutos de ventaja. En la cumbre sólo cuenta con cuatro minutos sobre su compatriota Marco Pantani. Suficiente para imponerse con 3 minutos 39 segundos de ventaja en Carpentras, ya en el valle.

"Y eso que había pasado una mala noche. Me acosté a la 1h30 de la mañana para ver la final Italia-Brasil, que perdimos en los penales, fue dramático. Y yo estaba muy cansado de la etapa de la víspera. Por la mañana, en el hotel, tenía que bajar dos pisos porque el ascensor estaba averiado, casi no logro llegar".

- "No era ciclismo, era remo" -

"Llegué a pies del Ventoux con 24 minutos de ventaja. Los primeros kilómetros bien. Pero después, con el calor y la pendiente, se hizo muy duro. Avanzaba a 8 km/h. No era ciclismo sino remo".

De pronto, su director le dio alcance, "'Eros, Pantani ha atacado'. Me dije: '¡él no!' Era el único que podía alcanzarme".

Recuperó confianza en un falso llano. "Pero a dos kilómetros del monumento a Simpson (corredor fallecido en el Ventoux), escucho el helicóptero que llega. ¡Es Pantani!"

Pero 'el Pirata' está aún lejos. En el descenso "tomé todos los riesgos".

Sólo fue consciente de su victoria a cinco kilómetros para meta. "Pensé en mi mujer, en mi hija de tres años delante de la televisión".

- "Solo leyendas, y yo" -

Al rebasar la línea de meta Eros, lanza su gorra y hace una reverencia. "Estaba como en un teatro abierto, quería dar las gracias al público por haberme animado todo el día".

Aunque tardó más en darse cuenta del alcance de su gesta. "Todo el mundo me decía: no has ganado una etapa del Tour, has ganado el Ventoux."

No lo haría hasta dos años después. "Se hizo una cena con los antiguos vencedores del Ventoux. Estaban Charlie Gaul, Bernard Thévenet, Eddy Merckx, Bernard Hinault, Jean-François Bernard. Sólo leyendas, y yo".

"Aquel día, el sueño se hizo realidad. Es bonito. Eso demuestra que todo es posible. Yo era un simple gregario".

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