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Jasper Philipsen devuelve la gloria a los velocistas en la Milán-San Remo

16 de marzo de 2024

El belga Jasper Philipsen se convirtió este sábado en el primer esprínter desde hace ocho años en conquistar la Milán-San Remo, frustrando a Mathieu van der Poel y a un Tadej Pogacar que tuvo que tuvo que consolarse con un primer podio en la 'Primavera'.

En un esprint reducido, el corredor del Alpecin superó al australiano Michael Matthews y a Pogacar para suceder a su compañero Van der Poel, 10º este año, en el palmarés de una de las cinco clásicas más prestigiosas del calendario.

"Siempre soñé con ganar un 'Monumento' y la Milán-San Remo es sin duda en el que tenía más opciones de lograrlo", celebró el belga, que había sido segundo el año pasado en la París-Roubaix detrás de Van der Poel.

Desde el francés Arnaud Démare en 2016 ningún esprínter se había impuesto en la Via Roma, donde son los llegadores y perforadores los que alzaron los brazos los últimos años.

Pero Philipsen no es sólo el mejor esprínter del mundo desde hace dos años, ganando varias etapas llanas en el último Tour de Francia. Es también uno de los pocos de su especie en desenvolverse bien en las dificultades del relieve, como fue el caso este sábado en el Poggio.

- 'Gracias Mathieu' -

Pogacar atacó en dos ocasiones en ese mítico trampolín, cuya cima está situada a 5,5 kilómetros de meta y que suele ofrecer momentos de emoción en una carrera cuyas primeras seis horas suelen ser anodinas.

Pero el esloveno no logró descolgar a los otros favoritos como Van der Poel, Mads Pedersen, Tom Pidcock, Matej Mohoric o Julian Alaphilippe.

Tampoco a Philipsen, que dio así un gran paso hacia la victoria final. Fue la 23ª victoria de un corredor belga en la 'Primavera'.

"Esta mañana sentía que podía ser mi día. Logré agarrarme en el Poggio y Mathieu me ayudó mucho después. Le debo una. Gracias Mathieu", agradeció el corredor flamenco.

Van der Poel, a pesar de la decepción de no haber logrado un quinto 'Monumento', se mostró contento con su compañero de equipo, que confirmó ser un plan B perfecto.

"Jasper me había dicho desde el Poggio que estaba muy bien y lo intentó. Yo sabía que él tenía buenas posibilidades, me correspondió a mí hacer lo posible para que hubiese un esprint. Me hubiera encantado irme con Tadej (Pogacar, en el alto del Poggio), pero la ventaja que teníamos no era demasiado grande y yo tampoco tenía las piernas", reconoció.

Pogacar y Van der Poel eran los grandes favoritos de esta 115ª edición después de haber conquistado entre ambos ocho de los doce últimos 'Monumentos'.

- Ecuación sin resolver para Pogacar -

La decepción al final fue sobre todo para Pogacar, que después de sus victorias en la Lieja-Bastoña-Lieja, el Tour de Flandes y el Giro de Lombardía, buscaba una primera victoria en San Remo para acercarse a un objetivo mayor: ganar los cinco 'Monumentos', una gesta de la que sólo pueden presumir tres corredores -y sólo belgas- en la historia del ciclismo.

Pero tuvo que consolarse con subir por primera vez al podio de San Remo, junto a Philipsen y Matthews, dos de sus mejores amigos en el pelotón. Pero la ecuación sigue sin resolverse para el esloveno: ¿cómo ganar una carrera cuyas dos últimas ascensiones, la Cipressa y el Poggio, no son lo suficientemente selectivas para abrir una buena diferencia?

"La carrera no fue lo bastante difícil este año para los escaladores. Hice todo para engancharme al podio. Era difícil hacerlo mejor hoy", afirmó el esloveno, que el lunes estará en principio en la 'Volta' a Cataluña para preparar su próximo gran objetivo, el Giro de Italia.

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