El papa anima a Trump a defender la dignidad y la libertad en todo el mundo
EFE | El papa Francisco felicitó hoy a Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos y le animó a defender la dignidad humana y la libertad "en todo el mundo", inmerso en "graves crisis humanitarias". "En un momento en el que nuestra familia humana está afectada por graves crisis humanitarias que exigen amplias y unidas respuestas políticas, rezo por que sus decisiones se guíen por los ricos valores espirituales y éticos que han formado la historia del pueblo americano", según un telegrama difundido por la Santa Sede.
El papa anima a Trump a mantener "el compromiso de su nación en la protección de la dignidad humana y de la libertad en todo el mundo". En la misiva, el pontífice expresa su deseo de que, bajo el liderazgo de Trump, "la estatura de Estados Unidos pueda seguir siendo medida sobre todo por su preocupación por los pobres, los marginados y los necesitados que, como Lázaro, se detienen ante nuestras puertas". "Con estos sentimientos, pido al Señor para que le conceda a usted y a su familia, y a todo el amado pueblo americano, sus bendiciones de paz, concordia y prosperidad material y prosperidad", concluye el pontífice.
El magnate neoyorquino Donald Trump se convirtió hoy en el presidente número 45 de Estados Unidos, al jurar el cargo en la ceremonia oficial de investidura en Washington, ante la presencia, entre otros, de su predecesor, Barack Obama.
El papa y Trump protagonizaron hace un año, en febrero de 2015, un cruce de declaraciones después de que Francisco dijera que "no es cristiano" construir muros, en alusión a la decisión del político de levantar una barrera a lo largo de la frontera estadounidense con México.
Trump salió al paso para tachar de "vergonzoso" que un pontífice cuestionara la fe de una persona y recordó que el Vaticano está cercado por "murallas escandalosamente altas", si bien más tarde zanjó la polémica y calificó al papa de "tipo maravilloso".
Durante su pontificado, Bergoglio ha mostrado interés por Estados Unidos, país que visitó en septiembre de 2015, y tanto Obama como el presidente cubano, Raúl Castro, agradecieron su "inestimable apoyo" en el proceso de deshielo en las relaciones entre Washington y La Habana.