Internacionales

Muecín de Acre enseñó demasiado músculo para seguir llamando a la oración

02 de agosto de 2019

Acre (Israel) (AFP) - Hacía 15 años que Ibrahim Masri llamaba a los musulmanes a la pregaria y la voz que emana de una de las mezquitas más bellas de Israel está a su vez considerada una de las más hermosas del país.

Pero a partir de ahora será otro muecín el que convoque a los fieles cinco veces por día desde la mezquita El Jazzar de Acre (la San Juan de Acre de los cristianos), por culpa de la otra actividad más profana de Ibrahim Masri: el culturismo.

El ministro israelí de Interior, que supervisa temas religiosos de las comunidades no judías, despidió a Masri tras llegar a la conclusión de que el levantamiento de pesas con poca ropa casa mal con el papel de muecín principal.

Este fin de semana se hará efectivo su despido, y la consiguiente pérdida de salario.

- 'Inapropiado' -

Ibrahim Masri, de 46 años y 105 kilos, levanta pesas desde su adolescencia. En la mezquita, en la vieja ciudad portuaria fortificada catalogada de patrimonio mundial de la humanidad, es tan conocido por sus anchas espaldas y el perímetro de sus bíceps como por esa voz única que se extiende por las calles a través de los altavoces. Nunca vio una contradicción entre ambas cosas.

'Es una decisión injusta', dijo este miembro de la comunidad árabe de Israel a la AFP, que lo visitó en la mezquita. 'El islam anima a todos a hacer deporte'.

Los problemas empezaron cuando ganó el campeonato de Israel de culturismo de 2017. Unos meses después fue convocado por una comisión de funcionarios religiosos.

'Me mostraron fotos mías durante la competición y me dijeron que estimaban que era inapropiado que un muecín practicara este deporte', recordó. Su indumentaria ligera es inaceptable para gente con convicciones religiosas, le comunicaron.

Tras este proceso, el ministerio de Interior le informó de que perdería su empleo a finales de enero.

Sin embargo, el ministerio sabía que se dedicaba al culturismo cuando lo contrató, dice él. También les aseguró que no volvería a competir.

- 'Nada que añadir' -

Fue despedido 'de acuerdo a las reglas', estimó un portavoz del ministerio. Su apelacion fue examinada por la comisión competente, 'que llegó a la conclusión de que no había nada que añadir a la decisión del ministerio, y el despido fue aprobado', añadió el vocero.

Su despido fue mal recibido en Acre, una ciudad que era principalmente cristiana y musulmana antes de la fundación de Israel, y cuya población es hoy mayoritariamente judía (72%), según el ayuntamiento, aunque sigue contando con una minoría árabe significativa.

'¿Cómo se puede privar a Ibrahim de su empleo únicamente porque participó en una competición?', se preguntó indignado Wissam Zalafi, un guarda de la mezquita. 'Ningún muecín tiene una voz tan bonita en Acre', estimó.

El jeque Mohamed Kiwan, líder de los imanes de la mezquita, objetó que Ibrahim Masri 'no solicitó [permiso] a la administración antes de participar en la competición'.

'No le corresponde mostrar su intimidad ante hombres, mujeres y niños', añadió, admitiendo que quizás hubiera sido mejor darle un último aviso.

Ahora podrá dedicar más tiempo al club de culturismo para jóvenes que ayudó a abrir en Acre. Uno de esos chicos, Amal Jatib, asegura que el gimnasio le ayudó a estabilizarse y a encontrar trabajo.

Ibrahim Masri todavía tiene una apelación en curso, que debe examinarse en los próximos días, y se ha lanzado un manifiesto de apoyo, explicó su abogado Lior Ben Binyamin.

Jaber Mushahi, un hombre de 80 años que va a orar a El Jazzar, explicó que hizo la peregrinación a La Meca, y que 'en ningún lugar hay una voz tan hermosa' como la de Ibrahim Nasri.

Contenido Patrocinado
TE PUEDE INTERESAR