Ofensiva turca en Afrín se convierte en confrontación con el régimen sirio

Ankara (AFP) - La ofensiva turca contra una milicia kurda en Afrín tomó este martes un giro espectacular con el despliegue de fuerzas prorrégimen sirio en el enclave kurdo, de inmediato atacadas por disparos turcos.
La llegada de las fuerzas prorrégimen a una región semiautónoma kurda, que escapa al control de Siria desde 2012, significa un cambio mayor que complica la guerra civil que afecta al país desde hace ya casi siete años.
Fuerzas prorrégimen entraron este martes en el enclave de Afrín, en el noroeste de Siria, donde el ejército turco lleva a cabo una ofensiva desde hace un mes para expulsar a una milicia kurda, indicó a la AFP una fuente local.
'Las fuerzas populares entraron en el distrito de Afrín', afirmó Rojhad Rojava, responsable de la Defensa kurda dentro de la administración local.
'Centenares de combatientes fueron desplegados esta tarde' en la zona, declaró por su parte Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La milicia kurda de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) confirmó en un comunicado este martes que el gobierno sirio envió 'unidades militares' a Afrín, y que serían desplegadas a lo largo de la frontera con Turquía.
Las fuerzas prorrégimen sirio debían 'tomar posición en la frontera y participar en la defensa de la unidad territorial de Siria y de sus fronteras', afirma el comunicado de las YPG.
Según la agencia oficial de prensa siria Sana, el ejército turco bombardeaba a las fuerzas progubernamentales desplegadas en el enclave.
Este mismo medio anunció el lunes que combatientes prorrégimen iban a entrar en el enclave 'para apoyar a sus habitantes contra el ataque del régimen turco'.
En 2012, tras la retirada de las fuerzas progubernamentales, Afrín se convirtió en la primera zona kurda de Siria en escapar al control del poder central.
El jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu, advirtió el lunes contra cualquier intervención de las fuerzas progubernamentales sirias junto a las milicias kurdas en Afrín, y afirmó que eso no impedirá que Turquía prosiga su ofensiva.
Aunque reconoció haber perdido a 32 soldados, el gobierno de Turquía insiste en que la ofensiva avanza 'según lo previsto'.
Según el OSDH, las fuerzas turcas controlan 35 pueblos de Afrín, situados en su mayoría en el norte de la región.
'Como actuamos para evitar poner en peligro a nuestras fuerzas de seguridad y teniendo en cuenta a los civiles, parece que avanzamos lentamente', afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
'Pero nadie debe olvidar este hecho: no fuimos para destruir y quemar lo que (nos encontramos) por delante. Fuimos para crear un entorno de seguridad y habitable' para los cientos de miles de sirios que viven en nuestro territorio, añadió refiriéndose a los más de tres millones de refugiados sirios que huyeron a Turquía por la guerra civil en su país.
Las autoridades turcas afirman que la ofensiva de Afrín, y la emprendida en 2016 más al este, tienen como objetivo establecer la seguridad en zonas de norte de Siria para permitir el regreso de estos refugiados.
Unos 205 combatientes proturcos y 209 miembros de las YPG murieron desde el inicio de la operación, según un nuevo balance del OSDH, que registra también 112 civiles muertos, lo que Turquía desmiente.
- Tensión entre aliados -
En el ámbito diplomático, la intervención ha tensado las relaciones entre Turquía y Estados Unidos, y el gobierno turco amenazó incluso con avanzar hasta Manbij, a un centenar de kilómetros al este de Afrín, donde militares estadounidenses se encuentran desplegados junto con las YPG.
Para intentar distender la relación con un país aliado en la OTAN, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, estuvo el jueves y el viernes en Ankara, donde mantuvo reuniones maratonianas con Erdogan y su ministro de Relaciones Exteriores, Mevlüt Cavusoglu.
Tras esa visita, ambos países acordaron trabajar 'juntos' en Siria para superar su crisis y encontrar cuanto antes una solución para la ciudad estratégica de Manbij.
Además de sus desacuerdos con Estados Unidos, Turquía debe tener en cuenta los intereses de Rusia, aliada clave del régimen de Damasco, que controla el espacio aéreo del norte de Siria.
Aunque Rusia dio su acuerdo tácito a la ofensiva de Afrín, no dudó en mostrar su descontento con Turquía, cerrando el espacio aéreo en el norte de Siria durante días, después de que uno de sus aviones fuera abatido en una de las llamadas 'zonas de distensión' vigilada por observadores militares turcos.
Según los medios turcos, Erdogan avisó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de que cualquier apoyo del régimen sirio a las YPG 'tendrá consecuencias'.