Opinión

Ambulancias y ‘Humanizándonos’

01 de agosto de 2019

Eduardo A. Reyes Vargas
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Comprendo la presión que sufre la Caja de Seguro Social para ofrecer en forma oportuna como indica la Ley 51 los servicios a la salud y la enfermedad.
Hoy temas de opinión, el alquiler de ambulancias y una meta: “Humanizándonos”.
La ley de la Caja permite la “externalización” cuando la institución demuestra su incapacidad temporal para ofrecer algunos de los servicios.
Se aduce que muchas ambulancias están dañadas y obsoletas.
Si de ello se trata sería comprensible la decisión tomada. Temporalmente.
Si las cifras ofrecidas por medios son reales ($24 millones y 97 ambulancia), cada ambulancia nos costaría $50,000 por año (136 balboas diarios por disponibilidad de uso).
Entiendo que eso involucra pago de personal y combustible diarios. Si es por cinco años como se ha publicado.
De no ser así es prudente conocer los sustentadores económicos de esta decisión.
Cómo se llegó a la obsolescencia de las ambulancias. Falta de mantenimiento o desgaste esperado?
Si hay negligencia de los responsables del mantenimiento la investigación se impone y la sanción también. Son bienes públicos.
Hay maneras muy disimuladas de llegar a justificar la privatización de los servicios públicos como se hizo con el IRHE, INTEL e impresiona con el IDAAN. Disminuir los presupuestos para que el servicio se deteriore y así respaldar decisiones que no han mostrado beneficiar a las mayorías de los ciudadanos. Estamos satisfechos con esos servicios privatizados?
En los países que se han dado estos pasos en forma parcial o total los servicios de salud no han mejorado.
Sobre el objetivo de humanizar la institución es muy loable. Hace años atrás se hizo un diagnóstico sobre la motivación de los servidores públicos de la Caja y evidenció una gran desmotivación. No creo que haya cambiado.
Bajo esa premisa no resulta extraño las actitudes deshumanizadas que a diferentes niveles sufre el usuario. Tanto en área de salud y administrativa.
Ese problema solo se resolverá cuando se estructuren fuertes liderazgos en la Caja de Seguro Social.
Cuando la alta gerencia y máximos colaboradores demuestren honestidad, responsabilidad, transparencia y actitud de servicio se logrará la humanización que tanto se anhela.
A la máxima gerencia recién iniciada, de nuestra Caja del Seguro Social, un consejo sano: reevaluar las actuales estrategias.
A cumplir los principios de la Caja expuestos en artículo 3 de la Ley 51.
*El autor es médico.

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