Opinión

Día del estudiante, esas fechas que rememora el alma

01 de agosto de 2019

La celebración del Día del Estudiante nuevamente se toma los principales murales de los centros educativos del país. Una conmemoración que nació hace 68 años, y que mediante ley de la República tiene como norte rendir honores a los principales protagonistas del sistema educativo panameño: los estudiantes.

Fue mediante la promulgación de la Ley Nº 1 de 22 de octubre de 1948 que se declaró día cívico el 27 de octubre de cada año, instituyendo la fecha como Día del Estudiante, festividad acompañada de actividades de orden cívico, cultural y deportivo en todo el país. La celebración es oportuna para destacar el rol de los alumnos frente a una nación pujante y en constante crecimiento como Panamá. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría revelan que al 2013, Panamá tenía un millón 24 mil 307 estudiantes contabilizados en los niveles de preescolar, primaria, premedia, media, superior, especial, suplementaria y laboral.

¿Qué políticas en educación adoptamos como Estado? La fecha es pertinente para replantearnos una pregunta que por urgencia notoria es de indispensable discusión. Simplemente porque los jóvenes estudiantes de hoy representan los futuros líderes del país, allá por el año 2046. Y aunque suenan distantes estos 30 años, la vida transcurre a un ritmo tan acelerado que en un abrir y cerrar de ojos apreciaremos seis mandatos presidenciales, en que aspiramos a que el renglón de educación sea dotado de objetivos claros y definidos para tener ciudadanos tomadores de decisiones, no “robots” que siguen corrientes de moda. Soy testigo de cómo cientos de jóvenes a nivel nacional reclaman más oportunidades como el Concurso Nacional de Oratoria, para mencionar alguno con nombre propio o certámenes de ciencias, matemáticas, artes o deportes en que puedan demostrar sus habilidades en estas disciplinas.

La educación es una ecuación en que los resultados positivos no se obtendrán por generación espontánea o arte de magia, sino a través de un compromiso de país por parte de todos los actores involucrados, llámense estudiantes, padres de familia, docentes, medios de comunicación, sociedad civil, iglesia, universidades y Ministerio de Educación. Decisiones acertadas tomadas el día de hoy nos vislumbran un camino optimista mañana. Todavía estamos a tiempo.


*La autora es periodista.

Micaela Melgar
[email protected]

Contenido Patrocinado
TE PUEDE INTERESAR