EDITORIAL : El retorno de Chiquita

Desde 1990, Chiquita Brands ha enfrentado innumerables huelgas en la producción bananera, un gran número de ellas motivadas por razones políticas. Ya en 2003, la bananera norteamericana había abandonado Puerto Armuelles en Chiriquí, acosada por las huelgas, los aranceles europeos y ofertas atractivas para producir la fruta en África. Lo que ocurrió este año en Changuinola fue la crónica de una muerte anunciada y un olímpico acto de irresponsabilidad de la dirigencia sindical, convencida que podía mangonear al gobierno para lograr que la ley 462 de la Caja del Seguro Social (CSS) fuera derogada. Chiquita actuó de acuerdo con la realidad y cerró todas sus operaciones en Changuinola y en el puerto de Almirante y los 4,500 trabajadores perdieron sus empleos. El retorno de la empresa, si ocurre, deberá darse con todas las garantías.