Editorial

EDITORIAL : Medio Oriente

30 de septiembre de 2024

Desde el 7 de octubre del año pasado, cuando el grupo terrorista Hamás asesinó a 1,200 civiles, entre jóvenes, niños y ancianos en Israel, la guerra amenaza con convertirse en un conflicto de mayor escala.

Hezbolá en Líbano, los Hutíes en Yemén e Irán, como el gran orquestador, han obligado a Israel a defenderse. La muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá desde 1992 y de la cúpula de esta organización radical fundamentalista es consecuencia de un conflicto alimentado por décadas.

El terrorismo es la principal advertencia para el mundo civilizado y la democracia como la conocemos. Los conflictos armados siempre son crueles, pero nadie gana, aunque existan bandos victoriosos.

Poner fin al terrorismo en todas sus expresiones y formas es una obligación del mundo libre, que no puede vivir bajo la intimidación hacia su país o ciudadanos.

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