Opinión

Educación en ruinas: Entre la indiferencia e inacción

05 de junio de 2025

Las clases presenciales en el sector público en el país y asistir a las aulas es una forma de educar, la misma, puede parecer importante en un contexto ideal, pero la realidad actual dista mucho de serlo. Si la huelga continúa sin resolución, cualquier llamado a la asistencia pierde sentido. Lo verdaderamente crucial está siendo ignorado por la ministra: el uso adecuado de las herramientas pedagógicas ya existentes, como las guías educativas, la plataforma Esther o el programa Aprender Leyendo, que fueron diseñadas precisamente para garantizar una mínima continuidad del proceso educativo en situaciones de crisis.

Resulta insólito y preocupante que, en lugar de fortalecer estas herramientas, se las deje de lado sin justificación clara. Esta omisión no es casual: da la impresión de que se prioriza la búsqueda de culpables sobre la búsqueda de soluciones estructurales para un sistema educativo que lleva años en colapso. Más que discursos, se necesitan decisiones coherentes con la realidad del país, voluntad de diálogo y, sobre todo, un compromiso genuino con el derecho a la educación de niños y jóvenes. * El autor es ciudadano.

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