El sentido del amor a nuestra patria
Si algo ha quedado demostrado a través de nuestros largos años de historia republicana, es el sentido de orgullo y nacionalismo que tenemos cada uno de los panameños; desde nuestro lenguaje particular al saludarnos, ¡Que Xopa!, hasta nuestra cultura muy popular de buscar la mínima situación para hacer una fiesta o una celebración. Ese mismo sentido de orgullo y amor a nuestra patria, es lo que nos ha unido en los distintos hechos históricos, en virtud de alcanzar libertades y derechos propios de la ciudadanía.
En este mes de noviembre, el mes más importante para el panameño, es fundamental conmemorar lo que hemos alcanzado como país, recordar que cada uno de nosotros tiene un papel de vital importancia en el desarrollo del elemento fundamental que constituimos todos los ciudadanos, ese elemento sagrado al que se le denomina “Estado Panameño”. Es ese mismo Estado Panameño, que, durante décadas, gracias al sacrificio y la devoción de nuestros antepasados, ha sido cuidado y salvaguardado oportunamente, para ser entregado a nosotros, que, sin desestimar esa ofrenda, debemos conservar y hacer prosperar en superiores condiciones y tener como principio el enaltecer hasta los más alto, nuestra tan valiosa nación.
Promover esa cultura de patriotismo es menester de cada uno de los panameños, promoverlo no solo en nosotros, sino también en los que giran a nuestro alrededor, entendiendo que no hacemos patria solamente al adornar con gala nuestras calles, o al colgar nuestra hermosa bandera en celebraciones; patria también la hacemos al levantarnos diariamente por las mañanas buscando honradamente nuestro sustento; patria la hacemos al respetar a nuestros vecinos procurando siempre la paz social; el patriotismo se hace con pequeñas acciones diarias que garantizan lo que siempre debemos buscar: “El Bienestar Colectivo”.
Es por esto que debemos tener presente que no importa cuál sea nuestra religión, nuestra ideología política, o creencia particular; también es primordial comprender, que todos y cada uno de nosotros, antes de tener una envestidura de algún cargo público o alguna posición determinada, tenemos un deber ciudadano que estamos llamados a cumplir desde nuestro nacimiento: “el profundo sentido del amor y defensa de nuestra patria”, y en ese mismo sentido y con la efervescencia que nos caracteriza, al luchar por nuestros derechos, constituye también un mandamiento honroso, el de luchar por mantener la paz; en la tan amada tierra que nos vio crecer, y nos verá florecer en la eternidad a través de nuestras generaciones futuras, los cuales nos honraran al saber que cumplimos adecuadamente con nuestro amado territorio llamado ¡Panamá!
* El autor es Magíster en Derecho.
