Incongruencias
Meditando sobre temas para captar atención de lectores escuché, a un “sabio” – de esos que tienen una explicación para todo – hablar sobre “incongruencias”. El término pareció taurino, por lo tanto, me sumergí en un diccionario que explicó: “interacción procesal en que incurre sentencia de resolución judicial cuando no existe adecuación, correlación y armonía entre peticiones de tutela realizadas las partes y decidida en el fallo para este más, menos, o cosa distinta de lo pedido”. ¡No entendí!
Reflexionando sobre esta rimbombancia, me percato que en Panamá tenemos ejército de sabios que para todo tienen una explicación. No existe plaguicida para exterminar aquellos que con pomposos aires de intelectualidad, tiene fórmulas para “incongruencias jurídicas” , “lapsus lingue “ “escaladas financieras”, “galopante crisis económica”, “retroactividad en escala salarial” , “deterioro de productos perecederos”, “mercado competitivo”, ”desbalance comercial” o “viruela del mono”. Estamos sobre saturados de expertos “en consumo de “marihuana en forma medicinal”, “producción agropecuaria en ambiente controlado” hechiceros con “fórmulas para ganar en loterías”, “ahuyentar maléficos” y “rescatar amores”, sin embargo, ningún panameño ha logrado un Premio Nobel desde que se empezaron a otorgar en 1901 .
El autor es periodista. Naciones caribeñas como Guadalupe tiene un Premio Nobel de Literatura otorgado en 1960 a Saint-John Perse. Santa Lucía se enorgullece con un Premio Nobel en Ciencias Económicas otorgado en 1979 a Sir Arthur Lewis y otro en Literatura galardón entregado en 1992 a Derek Walcott escritor que consideraba la poesía “un pozo de fortaleza mental”. Panamá no ha tenido el beneplácito que otorga la academia cuya sede está en Estocolmo, Suecia , ciudad donde, el 1 de septiembre de 1977, protestando por los Tratados Torrijos – Carter, el panameño Leopoldo Aragón Escalona se roció de gasolina y prendió fuego frente a la Embajada de Estados Unidos.
* Periodista.
Emilio Sinclair
