Opinión

Leyenda o historia, Nazareno de Portobelo

20 de octubre de 2021

Conocer la historia del Cristo Negro de Portobelo, conlleva una serie de  investigaciones que determinen la veracidad de cómo llegó a Portobelo, sin que se caiga en un error histórico donde se vinculen leyendas e historia. 

Los relatos señalan que un barco que se dirigía a Cartagena de Indias, saliendo de Portobelo fue alcanzado por una fuerte tormenta, obligando al  navío regresar al puerto. La tripulación estuvo a punto de naufragar, más procedieron a tirar la carga pesada de una caja al mar. Luego de esto, el  barco pudo navegar sin problema.

Seguidamente unos pescadores  encontraron la caja y cuando la abrieron vieron que era una imagen del  Nazareno, por la que la colocaron en la iglesia. 

Una tercera leyenda asegura que la Iglesia de Taboga, en el Pacífico panameño habían ordenado la imagen de un Jesús Nazareno traído de España.  La Iglesia de Portobelo había solicitado una imagen de San Pedro, pero  ocurrió una equivocación, al enviar las imágenes, la de San Pedro fue  enviada a la Iglesia de Taboga y el Nazareno a Portobelo.

Es lógico que todas estas devociones fueron acompañadas de ciertos  mitos, siendo para los habitantes de Portobelo una norma de vida, prevaleciendo en silencio, frente a leyendas de la gente con respecto a las  devociones, siendo aceptadas por la iglesia.
Lo más llamativo de la historia de Portobelo fue la aceptación de esta fecha  como un verdadero acontecimiento que transformaría la vida de los  nazarenitas portobelinos, quienes mantendrían sus costumbres en la  celebración de su santo patrono que se conmemoraría el 21 de octubre de cada año.

No es enfocarse qué religión es perfecta, sino en la búsqueda y encuentro con Dios. Recordemos que nuestras raíces están fundamentadas en el  cristianismo traído de España, cuyos matices forjaron nuestra primera  enseñanza dentro de los designios en las Sagradas Escrituras, sin embargo, no es cuestión de religión ni ideología sino es saber que solo  debemos honrar a Dios como único poder en nuestras vidas.
* El autor es periodista. 

 

Modesto Rangel Miranda 
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