Los barberos de la ‘vieja guardia’

Según la sabiduría popular, los hombres debemos tener por fijo, un médico y un barbero. El 25 de agosto es el día del barbero, también conocido como el Día Internacional del Peluquero, elegida en honor a la santificación de Luis IX, Rey de Francia, quien durante su reinado elevó el estatus de los peluqueros al nivel de jueces y médicos, permitiéndoles incluso portar espadín como símbolo de distinción.
En la corte de Luis IX, los barberos no solo cortaban cabello: también diseñaban pelucas, asesoraban en imagen y participaban en rituales de presentación de la nobleza. En la Edad Media, los barberos también realizaban tareas médicas menores como sangrías y extracciones dentales. Con el tiempo, se especializaron en estética, convirtiéndose en figuras clave en la construcción de identidad y autoestima.
Hoy a las barberías están por todos lados, en salones de belleza, estéticas, quienes dialogan con los estilos y la moda. Hay una anécdota que escuché en una barbería, que el expresidente de la República Arnulfo Arias Madrid, fue donde su barbero de siempre y se rellenó en la butaca y el barbero buscando la conversa del día le pregunta; ¿Dr? ¿Como quiere el corte?...a la que respondió el político “¡rápido y en silencio!”. Y es que los barberos de confianza, el de toda la vida siempre entabla conversaciones, tiene un catálogo completo para cada cliente, por ello tienen un aforismo que dice: “No hay mejor terapia que una buena conversación en la barbería”.
* Periodista.