Opinión

Los cegadores prejuicios

30 de mayo de 2023

Hace unos meses firmé una columna en la que defendía a los regueseros como parte importante de la economía creativa y la cultura en general, una opinión que no fue del agrado de un lector que respondió vía email, a mi juicio, de modo irrespetuoso. Lo siguiente no es una contestación directa a él, sino una reflexión sobre cómo los prejuicios pueden nublarnos el panorama. Ahora que Aldo Ranks figura en la banda sonora de una importante película, creo que no hay mejor coyuntura para hablar de los aportes de los artistas de su talla y cómo estos, lastimosamente, han sido por años minimizados e incluso discriminados. ¿Por qué lo anterior? preguntarán, pues porque para muchos el solo hecho de cantar regué, plena, romantic style o reguetón ya es una declaración de delincuencia; nada más errado.

El género musical no define al intérprete y por eso no debe ser echado en el mismo saco con otros que, quizás, no promuevan mensajes constructivos.Tildarlos de paria y hasta pensar que la vida artística sobre las tarimas es un desgaste de tiempo son consecuencias de aquellos prejuicios que hemos sembrado como sociedad, que no nos permiten respetar las expresiones de otros y que por ende no nos dejan ser una sociedad más productiva.Debemos vernos como iguales, respetar el derecho ajeno de expresión y valorar a los talentos nacionales porque, así como Ranks, muchos otros están en constante construcción para representar al país. Como panameños debemos trabajar para hacer desaparecer entre nosotros aquel terrible, pero cierto dicho: “nadie es profeta en su tierra”. *Periodista.

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