Opinión

“Que nos maten a todos”

01 de agosto de 2019

metro libre

“Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio", escribió cuando en marzo acribillaron a la periodista Miroslava Breach, el periodista mexicano Javier Valdez Cárdenas, que ha sido ultimado a balazos cuando caminaba por una de las calles de su  Culiacán natal. Tenía 50 años, estaba casado y era padre de una hija, narrador incansable del drama del narcotráfico en México, su estela de muerte y las secuelas.

Valdez, quien en 2011 obtuvo el Premio Libertad de Prensa del Comité para la Protección de Periodistas y el María Moors Cabot con el equipo del semanario Ríodoce, fue interceptado y atacado a tiros desde un vehículo en momentos en que caminaba por la calle.

Con el asesinato  a tiros a Javier Valdez, el periodista que cubrió como nadie el narco mexicano, eleva a cinco los reporteros abatidos en lo que va de año en México, uno de los países más peligrosos para ejercer esta profesión.  Valdez, colaborador de la agencia de noticias AFP desde hace más de 10 años, era uno de los periodistas más reputados de su Estado.  Muchos en México escriben sobre el narco.

Pocos lo hacían como Javier Valdez. Fue uno de los periodistas que más de cerca se dedicó a cubrir el crimen organizado, intentando evitar el silencio de historias que él creía merecían ser contadas, dándole un nombre a víctimas destinadas al olvido. "La lucha diaria por cubrir el narco", decía, era como "suministrar pastillas contra el olvido".

En este recuento macabro, 39 periodistas fueron asesinados en América Latina y el Caribe durante el año 2016. México, Guatemala, Brasil y Honduras son los países donde más matan periodistas, comunicadores y trabajadores de prensa. En la región asesinaron tantos informadores como en el Oriente Medio, donde Siria e Irak viven cruentas guerras contra el terrorismo.

De 2006 a 2016 dieron muerte con violencia a 304 periodistas y comunicadores de América Latina y el Caribe.39 periodistas, fotógrafos y otros comunicadores fueron asesinados durante 2016 en 7 países de América Latina y el Caribe, donde no existe ninguna guerra. La impunidad absoluta es el denominador común de los asesinatos de gente de prensa. Los asesinatos de periodistas no hacen noticia.

Las policías de todos los países jamás encuentran a los autores intelectuales de los crímenes. Sólo hallan a uno que otro sicario y entonces lo exhiben  con abundante cobertura de la  prensa, para que más rápido se olvide el crimen.

 Los nombres y las historias de cientos de periodistas asesinados terminan en el olvido. Al final ,quienes abordan el tema frecuentemente se limitan a citar números de periodistas asesinados de tal a tal fecha, pero omiten los datos personales.

Los periodistas se sienten impotentes, trabajan con temor y luchan para que la  autocensura no cale hondo a cambio de la vida. Así lo entendió Javier Valdez Cárdenas, que se suma a la cifra que continuamos enumerando en el silencio que demanda la muerte y que no será el último. * El autor es periodista.

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