Salud en todas las políticas


Fue un 21 de noviembre de 1986, que se realizó la primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la salud, en Otawa. Este evento marca un hito internacional en la prevención de las enfermedades, con el documento: Carta de Otawa, dirigida a alcanzar el objetivo de “Salud para Todos en el año 2000”.
La conferencia fue una respuesta a la creciente demanda de una nueva concepción de la salud pública en el mundo, para pasar de un modelo centrado en la enfermedad (pato-centrista) a un modelo enfocado en la salud (promoción de la salud y prevención de la enfermedad) debido al cambio en las estadísticas de morbimortalidad cerca de los años 60, que pasan de las enfermedades infecciosas a las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), las cuales son prevenibles.
En la Carta de Otawa, se hace un llamado a las naciones del mundo a formular e implementar políticas públicas que busquen promover el autocuidado de la salud a través de la practica habitual de estilos de vida saludable y crear los espacios y el acceso a las herramientas y estrategias que permitan, induzcan y promuevan la adopción de esas conductas saludables. En esencia, Promoción de la salud, es abordar al individuo antes de que se le presente el factor de riesgo, o sea, los niños que hoy tienen entre 2 a 7 años. Desde 1986, varias naciones del mundo han adoptado diferentes políticas públicas para evitar que nuevas personas enfermen o se vean afectadas por las complicaciones causadas por las enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, entre otras, y que son prevenibles.
En estos 37 años, se han logrado implementar en diferentes países del mundo, múltiples estrategias adoptadas como políticas públicas en esas naciones, logrando bajar la carga por enfermedades prevenibles, impactando directamente en la calidad de vida de sus habitantes por un lado y por el otro controlando la carga en los presupuestos de salud que tiene la enfermedad. Dentro de esas estrategias destaca “Salud en Todas las Políticas (STP).
“STP es un enfoque de salud pública que toma en cuenta, de manera sistémica, las implicaciones de las decisiones sobre la salud, busca sinergias, y evita impactos negativos sobre la salud, con el objetivo de mejorar la salud de la población y la equidad en salud” OPS. El Plan Regional de acción en el mundo para la STP, se aprobó en septiembre de 2014, pero su definición nació en 2010, en la Declaración de Adelaida. Panamá, ha estado presente en todos los procesos y directrices internacionales que han buscado disminuir y controlar las enfermedades crónicas no transmisibles, sin embargo, el compromiso de nuestras autoridades desde entonces ha sido muy poco y en la actualidad las ECNT ocupan las primeras causas de muerte en el país y van en aumento, por lo que atender la carga de la enfermedad se ha hecho insostenible, cada año se complica el acceso a medicamentos, equipos e instalaciones que permitan los tratamientos oportunos a estos panameños.
En la actualidad, casi que el 50% de las muertes anuales en Panamá, se pudieran prevenir si comiéramos saludable, hiciéramos ejercicio físico y no usáramos productos derivados del tabaco. La obesidad como factor intermedio para desarrollar estas ECNT va en aumento, más del 71% de los adultos padecen de sobrepeso u obesidad y en la población infantil es peor, arriba del 86% de nuestros niños y adolescentes van camino a repetir el escenario desalentador.
Mientras no implementemos políticas públicas como: etiquetado nutricional general, etiquetado frontal de advertencia nutricional, políticas públicas que apoyen la producción nacional de alimentos saludables para promover su acceso al disminuir la Canasta básica de alimentos (CBA), adoptar el enfoque nutricional de la CBA, regular la publicidad dirigida a niños en medios masivos de comunicación, educar en salud en todos los niveles de nuestro sistema educativo, crear los espacios públicos para el recreo, el esparcimiento y la practica habitual de ejercicio físico; la demanda de insumos médicos, instalaciones de salud complejas y medicamentos, nunca serán suficientes, porque el aumento fuera de control de nuevos enfermos seguirá haciendo insostenible los presupuestos de salud.
Un ejemplo de implementar el enfoque STP sería: si una concesión minera vislumbra con el pago de una regalía anual de US$ 375 millones por 40 años, pero el daño ambiental y su consecuente impacto a la salud humana, sin contar los siglos para recuperar esas tierras, demandarían una inversión, que a veces suele ser 10 veces mayor a la regalía de la concesión, entonces lo estratégico por la salud económica del país y la salud de la población, sería no dar dicha concesión minera.
* El autor es nutricionista.