Teletón y valores nacionales
Hola. A pesar de percepciones claro oscuras de nuestras Teletones, la actividad anual suma opiniones más favorables que negativas. En alguna forma sustituyen las responsabilidades de nuestros gobiernos en materia de atención a la salud y a nuestros discapacitados. Realmente es una obra de un pueblo. Directa o indirectamente contribuye a cada meta anual. Nuestros discapacitados tienen diferentes orígenes en sus enfermedades.
Toca a nuestra sociedad fortalecer políticas de prevención para que cada día más sean menos los niños, jóvenes y adultos con limitaciones mentales o físicas en su vida. Quizás algunas con bases genéticas sean menos controlables, pero cada día se descubren factores que pueden desencadenar las enfermedades genéticas que debemos evitar. Sobre eso la epigenética nos proporciona más conocimientos.
Conocidos son los efectos del tabaco, alcohol, las deficiencias nutricionales, drogas ilícitas en ocasionar estas situaciones lamentables. Qué decir de la violencia y traumas. Son evitables. Prevenibles. En esta última Teletón, más allá de la conocida angustia para llegar a la cifra meta, observamos con orgullo de panameños la calidad de nuestros artistas que allí aportaron sus capacidades. No envidiables a ningún otro país. Nuestro respeto a invitados especiales. En esta forma ayudamos a nuestros artistas y fortalecemos nuestra identidad. No sentirnos opacados por otros países aunque sean poderosos en sus economías o fuerzas militares. Con tecnologías de adoctrinamiento mediático de primera. Compremos sus discos, que este dinero quede en Panamá. Lo nuestro, es lo nuestro. Más orgullo nacional y menos baja autoestima. Imitemos a Steve Biko, baluarte de la independencia de Suráfrica. Su arma: incrementar la autoestima de sus hermanos negros. Nuestros presentadores y presentadoras, muy bien. Felicidades.
Me atrevo a ser un poco atrevido y sugerir que en próximas Teletones participen sacerdotes católicos, pastores evangélicos, maestros musulmanes, rabinos, etcétera para que como país plurireligioso se dejen escuchar de sus lecturas muy breves distintos libros sagrados, la Biblia, el Talmud, el Torá, el Corán y otros, ese amor al prójimo que todos contienen en sus lecturas.
Religiosos como presentadores fugaces con un corto mensaje de amor y solidaridad. Mi respeto a agnósticos y ateos. Felicitaciones y éxitos futuros a nuestra Teletón y a su máximo organizador Club 20-30. Buen día.
*El autor es médico.