Opinión

Una familia tóxica

01 de agosto de 2019

Ernesto Maytín III
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Todos tenemos una familia, nacemos en un núcleo que no elegimos previamente, y no somos conscientes de lo que nos espera hasta que es demasiado tarde. Unos tienen la suerte de encontrar en la familia un apoyo y otros tienen en ellos a su peor enemigo.
Si tienes la fortuna de tener una familia idílica es probable que no te identifiques, o no logres a discernir lo que es una familia tóxica. Esos seres que nos une un lazo irrompible de sangre, pueden hacer de tu casa un auténtico Pandemónium, un infierno comprimido y asfixiante en el que ninguna penitencia parece aliviar su fuego.
A poco que seas una persona abierta de mente, puedes llegar a pensar que arrastras una gran cantidad de karma y esa relación hiriente que mantienes con tus seres queridos, es una forma de purgar todo ese saldo karmico que llevas a tus espaldas de otras encarnaciones, incluso puede que pienses que te lo mereces de algún modo, el chantaje emocional, la indiferencia y el desapego que te proyectan pueden llegar a hacerte pensar que eres el culpable y que aquello que te sucede realmente lo mereces, sufres porque eres el malo y tu entorno te lo recuerda a cada minuto. Utiliza esa situación angustiosa en tu provecho, quizás es la manera que proyectaste, para que te vieras obligado a emprender tu camino en solitario. Una familia opresora y castrante es el impulso que necesitas para salir y encontrarte a ti mismo. Encontraras indiferencia y rechazo, ese será el último empujón que necesitas para desarrollarte como persona, encontrar tus verdaderos dones, para desarrollarlos y perfeccionarlos. Unos tienen la suerte de encontrar en la familia un apoyo y otros tienen en ellos a su peor enemigo. Nadie por mucha sangre que lleves de ella en tus venas, tiene más autoridad sobre ti que tú, y por supuesto nadie te conoce mejor que tu mismo.
Por muy tóxico que sea tu entorno familiar, si este ambiente te empuja a buscar tu ubicación en este mundo, da las gracias. Ellos inconscientemente te ayudaron a dar con la senda que te permitió salir de un mar de caos y dudas, y con el sentido a esta vida y desarrollar tus propios dones. Agradece a esos que te oprimieron ya que sin esa negatividad no hubieras encontrado tu positividad, gracias a esa oscuridad hallaste el modo de encender tu luz e iluminar tu camino.
*El autor es docente.

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