EDITORIAL : Nadie gana

Las protestas que se realizaron en 2022, y en particular en 2023, fueron mortales para la economía panameña, la estabilidad de los empleos, el crecimiento y la atracción de inversiones.
En el actual momento que vivimos, no podemos darnos el lujo de paralizar el país por tercera vez. Lo poco que hemos avanzado se iría al traste con las conocidas consecuencias sobre la vida de la gente.
Las huelgas que ocurrieron después del cierre prologando por el coronavirus fueron un golpe mortal a la estabilidad del país. Todavía pagamos las consecuencias de los tres eventos.
Lo que se necesita hoy es inversión, trabajo y compromiso con el desarrollo. Cada vez que se cierra una calle, se levanta una barricada, se impiden las actividades productivas, se paraliza el transporte y se infunde temor, también pierde Panamá.