El costo de las luchas nos toca a todos

Desde los comienzos del trabajo remunerado, los gremios y sindicatos han sido protectores y mediadores entre la clase obrera y los empleadores, consiguiendo humanizar y hacer sostenibles las largas horas en el trabajo. Grandes mejoras se lograron luego de huelgas y largos pulsos entre los trabajadores y sus empleadores. Pero luego de alcanzar grandes cambios con métodos considerablemente agresivos, ¿Se han considerado los costos de tales proezas?
Hoy en día, los gremios docentes llaman a huelga cada que una ley no les parece, siendo su principal instrumento de coerción las jornadas de clases, que con los años se han extendido y que a pesar de tener tantas semanas, los estudiantes muestran severas deficiencias en sus calificaciones y se presentan casi indefensos a la hora de presentar exámenes para ingresar a las universidades, volviendo su camino hacia el campo laboral un sendero lleno de infortunio, frustración y desinterés por parte de los empleadores, que esperan contar con trabajadores lo más capacitados.
Deberían encontrarse otros métodos para conseguir los objetivos, unos que no sean tan costosos en tiempo de aquellos que representan el músculo laboral del futuro.
* Diseñador gráfico.